El Mercado está en un momento especialmente positivo tras dejar atrás un mes de noviembre sencillamente espectacular. La vuelta en V desde los mínimos marcados a final de octubre confirmaron lo esperado según la estacionalidad.
El movimiento en V ha sido incluso más rápido que el producido en octubre del pasado año 2022. Además, la volatilidad sigue cayendo a plomo, a la vez que las rentabilidades de los bonos siguen disminuyendo.
Es muy complicado encontrar algún argumento que de esperanzas a los bajistas. Los indices americanos marcan convergencia, desde las microcaps hasta el Nasdaq100, pasando por el Russell2000 y el Dow Jones Industrial.
También los indicadores de Amplitud de Mercado como la Linea Avance-Descenso, el ‘’New-Highs-New Lows’’ y los propios indices en versión Equal-Weight nos muestran como el Mercado no sube solo por los grandes valores, sino que todos están tirando del carro. Incluso en alguna que otra sesión mientras las megacaps estaban cayendo, veíamos como el resto de valores aguantaban el Mercado.
Recapitulando: la volatilidad es baja, la renta fija va perdiendo poco a poco fuelle, vemos una convergencia en la subida de los indices americanos y europeos, los indicacores de Amplitud de Mercado nos dan señales de compra... francamente es complicado encontrarle una pega a la situación actual.
En términos de corto plazo, no obstante, vemos un Ratio Put-Call y unas encuentras de sentimiento inversor que alertan de una cierta sobrecompra que, a raiz de lo comentado, no deberían preocuparnos en exceso.
Debemos de ser conscientes de que el SP500 acumula 7 semanas consecutivas en verde. No nos debería de sorprender una caída a niveles de 4530 puntos.
¿Qué nos dice el entorno económico?
Hace dos semanas, el índice adelantado publicado por el Conference Board se situó ligeramente por debajo de las expectativas, en el -0,8%, frente al -0,7%. Siguen apuntando a una recesión en los próximos meses.
Un componente es especialmente interesante: los consumidores son más pesimistas sobre las condiciones económicas, lo que podría frenar su apetito de compra, especialmente durante el Black Friday y el Cyber Monday.
Como recordatorio, uno de los pilares de la narrativa actual sigue siendo un aterrizaje suave para la economía estadounidense, que por lo tanto no sería compatible con una clara desaceleración del consumo.